Curso de milagros

Publicado en por HRB


El vaso había estado guardado durante varias semanas en la despensa. Un día lo sacamos para lavarlo y  al colocarlo boca abajo en el lavaplatos explotó y sólo quedó polvo en la superficie.
A partir de este fenómeno extraño quisimos  recrearlo en nuestro colegio. De ahí nació con nuestro profesor de física un Curso de Fenómenos inexplicables , evento al cual llamamos un Curso de  Milagros.
Nuestra investigación comenzó en el cementerio del pueblo provinciano  de esos años. Varios valientes se metieron en tumbas abiertas y otros aparecieron con cráneos.

 La Viuda que pasaba por las calles llorando en noches frías de invierno, motivó nuestra primera búsqueda de sucesos paranormales. Una noche de julio a las 2 de la mañana partimos con un grupo a tratar de oirla o saber que era. Nos congelamos  tres horas y luego decidimos que no era el momento. y nos fuimos de vuelta casa. Al día siguiente dos de nuestros compañeros aparecieron  demacrados y con ojos desorbitados a contarnos que al dirigirse a casa escucharon llorar a la viuda y terminaron con los pantalones mojados.

 Otro estudio fue el de la Virgen que apareció en una sencilla acequia, de poca corriente,  la multitud  se agolpaba mirando a través de un gran tubo de cemento por donde corría el agua.  El reflejo del agua en la parte más alta del tubo parecía dibujar una figura que los mirones asociaron con la Virgen. hasta que un rústico más atrevido se sumergió para salir sonriendo con un pedazo de botella, indicando este es el milagro.

El segundo fue el coche  mortuorio que aparecía a las puertas del cementerio con su consabido auriga y dos caballos resoplando. Ninguno de nosotros se atrevió a cruzar el puente del rio para buscar mayores antecedentes.

 El último fue el toro que bramaba y aparecía en la boca de una mina de cobre, ahí fuimos a investigarlo y nos pasamos dos días con un  viejo minero que  nos entretuvo y asustó con cuentos de pájaros gigantes el hombre descabezado y el diablo sonriente que aparecía mostrando los dientes en rincón del socavón.

Nuestras conclusiones de esa investigación fue que no teníamos argumentos  , testigos o hechos probatorios para verificar fenómenos o milagros. Nos sacamos la not máxima y aprobamos el ramo.
 Nuestro profesor estaba  delicado de salud así es que llegamos a su casa con un estampa de la Virgen de Candelaria, cuando salimos vimos en el cielo una rueda gigante que giraba emitiendo llamas y desapareció en el horizonte tachonado de estrellas.
 Al día siguiente nuestro ateo  profesor de física apareció sonriente y sano- Muchachos , nos dijo es tiempo de volver a la Iglesia-
Ese fue nuestro nuevo Curso de Milagros

 
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